Capítulo 6
Ya no recordaba apenas lo que era comer, mi cuerpo se había
acostumbrado cada vez a comer menos, bueno al final te das cuenta que uno se
acostumbra a todo o a casi todo.
Reconozco, por lo menos que de hambre no me matará.. jajajaa.. pensó
Paola, casi siempre le ponia ironia a la vida, y mas desde que estaba en aquel
pais..
Hacia dias, que apenas se atrevia a mirarse en el espejo, porque la
falta de comida le habia echo quedarse en los huesos.. ¡¡¡y antes preocupada
por la dietas!!! no es que le sobrara mucho.. pero siempre habia algo que le
hacia pelearse con la bascula.
Ahora todo aquello, se habia convertido en fruslerias. Sobrevivir era
lo importante.
Subio su mirada hacia la mesa, esta vez no queria guerra, tan solo
queria probar algo caliente. Ver aquel vaso humeante le hacia olvidar donde
estaba.
Sus largos y delgados dedos cogieron con delicadeza aquel pedazo de
pan.
Ummmm. .parecia rico, penso ella. Su naturalidad afloro, dejando en un
rincon de su mente, a aquel extraño hombre que la tenia secuestrada.
Tan solo queria comer.
Aquella actitud no pasó desapercibida por Kyril, de rehojo... la miró,
no queria asustarla, tan solo queria estar tranquilo un rato y llevarse al
estomago algo caliente.
En aquellos momentos, ambos se olvidaron de la situación, y llenaron
sus cuerpos, de todo lo que tenían ante sus ojos, para sentir calor, ese calor
que te hace, seguir viviendo, para sentirse vivos.
Las tazas de café desaparecieron rapidamente, el vació y la desnudez
de aquella mesa hizo subir la tensión.
Paola, decidio seguir con su plan. Carraspeo, para llamar la atencion
de el.
Sus ojos se encontraron, la mirada de Paola era dura pero no
amenzante, simplemente queria borrar la tensión exitente entre los dos.
Tampoco de momento consideraba adecuado, darles mas pistas a ese
hombre, hasta que pudiera averiguar mas de el, hasta que pudiera comprobar su
comportamiento, sus puntos debiles...
Y con los gestos de sus manos y su voz, le quiso hacer entender que
ella se llamaba Paola.. pero con un pobre idioma Servo-croata.
Kyril prestaba atención a todo lo que ella hacia.. pero el problema
era, que esa mujer lo tenia descolado.
E intentando imitar las palabras que ella decia, el dijo:
·
Asi que te
llamabas.. Pa...la
Ella le insistio, y haciendo silencios entre las letras dijo; P A O L
A
No sabia que decir, parecia que ella queria tener contacto, bueno
pensandolo bien, no pierdo nada por decirle mi nombre, talvez eso haga que esta
reclusión no sea tan tensa. Que este infierno que nos toca vivir, sea más
llevadero.
Paola, percibió en Kyril, un punto de relajación, eso le hizo sentirse
mas tranquila, mas confiada para urdir su plan.
Kyril, seguía dudando entre decirle su nombre o no.
Joder!!!- que complicado era todo, penso para el.
Si se lo digo, puedo ganarme su confianza, pero sera bueno???
Y si no se lo digo seguirá mirandome asi, intimidandome asi??, en los
campamentos no le habian enseñado a lidiar con una prisionero, y menos con una
mujer, era inexperto en estos temas y eso le ponia nervioso.
Tantas preguntas agolpandose en su cabeza, lo aturdieron un poco.
Su mano se agarró a la mesa para no caerse, la cabeza le empezó a dar
vueltas y por unos instantes sintió marearse..
A dos escasos metros de el, se encontraba Paola, expectante ante lo
que estaba viendo.
La vida la habia enseñado a contenerse y saber esperar, para todo hay
tiempo, tan solo hay que reconocer cuando es el momento.. ella no articulo
palabra y cuando el cerró los ojos.. una idea se le pasó por la cabeza y tal lo
pensó, actuó.
Su mirada se volvió compasiva, y viendo a Kyril que se iba a desmayar,
ella se levantó y se dirigió hacia el, y colocandose por detrás de el, para
evitar que se cayera, agilmente visualizó la silla que tenia a su lado. Agarró
a Kyril por los sobacos arrastrandolo a la silla, consiguiendo que se sentara.
Kyril no salía de su asombro, estaba alli, aquella brava mujer, no
habia escapado, tan solo le habia ayudado a no caerse.
Su actitud lo descolocó.
Allí estaba ella de cuclillas delanta de el, sin decir nada pero sin
perderle de vista.
Sus miradas se buscaron y mantiendo los ojos el uno en el otro
estuvieron asi unos segundos, una eternidad buscando una respuesta en el
otro...
Una respuesta a toda esa situación que les habia llevado alli, a ese
instante desconcertante en el que se preguntaban atraves de las miradas. Pero
sus cuerpos estaban quietos, sus manos inertes, ninguno de los dos se movió en
ese instante.
Cuando Paola comprobó que Kyril estaba bien se levantó y ante la
mirada atónita de el, se volvió a sentar en su silla, como si fuera una cosa
habitual.
El silencio, fiel compañero de ambos, se aposento unos intantes en
aquel cuarto, hasta que el se levanto de la silla, y como si nada hubiera
pasado y sin hacer ningun comentario de lo ocurrido, agarró los 2 vasos que aun
estaba en la mesa, dejandola recogida, aun quedaban cuatro migas esparcidas por
la mesa, como signo, de que alli antes, había habido vida.
Dejó los vasos en la fregadera.
Se dirigió a su prisionera y mirandola a los ojos le dijo:
·
Aunque has
tenido la opotunidad de escapar y no lo has echo, mi obligación es atarte, no
se aun si puedo confiar, pero recuerda estamos en guerra.
Y sin decir nada mas, y en el mas frío silencio la ato de nuevo a la
silla.
Se levanto, no dijo nada, su mente era un hervidero de preguntas y
miles de dudas.
Se dirigió hacia la puerta de la cocina, la abrió y se fue.
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